Para cuidar tu tocado de porcelana fría, es fundamental guardarlo en un lugar fresco y seco, protegido de la luz solar directa y de la humedad, idealmente en su caja original para evitar que se deforme o se dañe. Evita manipularlo en exceso y, si es necesario limpiarlo, usa un paño suave y seco o un pincel para eliminar el polvo